Querido diario, voy a contarte la canción de mi vida♪

Hoy es un día de esos que dices, no hay nada especial que hacer, no creo que ocurra nada interesante para recordar. No es un día esperanzador pero tampoco desmotivante, es un día sin más, con sus 24 horas, con su luna y su sol, aunque a veces pueden salir las nubes, pero eso sí, es un día de verano y en él no cabe la rutina. Me siento bien porque no tengo que estar pendiente de a que hora me tengo que ir para estudiar o a que hora tengo que llegar a casa para al día siguiente dormir, ¡No! Es uno de esos días normales y corrientes de verano, de esos en los que no tienes prisa por levantarte ni tampoco por echarte a dormir. Hoy haré vida normal, saldré por la tarde con mis amigas, disfrutaré en lo que pueda de la vida e intentaré conocer más mundo de lo que he visto, porque como bien dice el refrán, no te acostarás sin saber una cosa más, así que estoy dispuesta a conocer más cosas productivas para mi educación porque al fin y al cabo todos nos estamos formando como personas, tengamos 5 o 70 años. 

Después de volver a casa no sé que haré pero me imagino que cenaré y miraré un poco la televisón, más tarde leeré uno de esos libros interesantes que tengo en mi estantería pero que todavía no he utilizado y cuando mis párpados se vayan cerrando, me acurrucaré en la cama y esperaré a tener un sueño plácido y lista para mañana vivir un nuevo día.